SUEÑO CAUSADO POR EL VUELO DE UNA ABEJA ALREDEDOR DE UNA GRANADA, UN SEGUNDO ANTES DEL DESPERTAR (1944)

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SUEÑO CAUSADO POR EL VUELO DE UNA ABEJA ALREDEDOR DE UNA GRANADA, UN SEGUNDO ANTES DEL DESPERTAR (1944)

Este cuadro lo pintó Dalí como consecuencia de un sueño que tuvo Gala sobre una abeja que volaba en torno a una granada. En este paisaje de costa de Port Lligat,  vemos como conviven la figura desnuda de Gala, una escopeta con bayoneta, dos granadas, un cabracho, dos tigres, una abeja y al fondo un elefante con patas de insecto. Todos estos elementos, forman parte del sueño de una Gala relajada, dormida y ajena por completo a lo que sucede a su alrededor.

En el cuadro aparece una  granada, que pierde sus granos en el mar, simboliza el amor, la resurrección la vida eterna y que son como las que plantaba Gala en su casa de la costa catalana. El pez que aparece en el cuadro es un cabracho, una especie mediterránea, que suele alimentarse por la noche, suele permanecer inmóvil y luego atacar a sus presas de improviso lo que impide que puedan reaccionar y las engulle con su gran boca. Aquí la figura del pez parece estar liberando de su boca parte de un tigre.

granada dali

Dalí, siguiendo las teorías de Freud, quiso representar en el cuadro el hecho de que, a veces, se introducen en el sueño estímulos derivados de acontecimientos exteriores que son integrados en él. 

También se ha sugerido que podría interpretar la teoría de la evolución, eso si vista desde una perspectiva surrealista.

Acabo con lo que el propio Dalí dijo de esta obra:

“He ilustrado por primera vez el descubrimiento de Freud sobre el sueño típico con una larga trama argumental, consecuencia de un accidente instantáneo que provoca el despertar. Del mismo modo que la caída de un listón sobre el cuello de un durmiente provoca, simultáneamente, el despertar y un sueño que termina con la cuchilla de la guillotina, el zumbido de la abeja provoca aquí el pinchazo del dardo que despertará a Gala. Toda la biología creativa surge de la granada reventada. El elefante de Bernini, situado en el fondo lleva un obelisco con los atributos papales.”

Figura Rinoceróntica de Ilisos de Fidias -1996 (COPIA)

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Como ya dije en su día, era tanta la admiración que sentía por el Gran Genio Salvador Dalí que me atreví a copiar uno de sus cuadros, no tuve dudas en elegir cual sería, pues es una obra que me fascinó desde el primer momento que la vi.

Se trataba de una figura humana, que se formaba o deshacía según el punto de vista de cada uno, formada por una especie de cuernos que parecen estar en movimiento, esto me interesó y comencé a informarme sobre ella, entonces comprendí mejor que quiso reflejar “El Genio” cuando realizó esta pintura.

El motivo central de esta obra está basado en una de las magistrales esculturas de mármol que Fidias realizó para el frontón oeste del Partenón de la Acrópolis de Atenas.

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Salvador Dalí empezó a pintar esta obra durante el verano de 1953 en su estudio de Portlligat, colocando la figura de Ilisos flotando sobre el agua de la bahía de Cadaqués, con el característico islote Es Cucurucuc en el horizonte.

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En esta obra ya se manifiesta su obsesión por el cuerno del rinoceronte, construido aquí según una espiral logarítmica perfecta.

En este cuadro de tema clásico los cuernos de rinoceronte van ganando espacio en el total. La figura de Ilisos corre idéntico destino en esa desintegración. Lo clásico, la perfecta armonía, se desvanecen o tienen que aprender a convivir con los principios matemáticos y científicos.
De hecho, la geometría ocupa un papel importante en el lienzo, está por todas partes: las rocas del fondo, el cubo que aparece por detrás del personaje, incluso el erizo y la estrella de mar desvelan formas geométricas. Únicamente el mar es irregular y simplificado que permite ver por debajo su fondo.

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La persistencia de la memoria

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La persistencia de la memoria

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La persistencia de la memoria, conocido también como Los relojes blandos es un famoso cuadro del pintor español Salvador Dalí pintado en 1931. En el cuadro aparece la bahía de Port Lligat al amanecer.En primer plano a la izquierda, se observa un bloque probablemente de madera, que hace las funciones de una mesa, sobre el que se disponen dos relojes y un árbol incompleto, con una sola rama y sin hojas. El reloj más grande es blando, tiene una mosca sobre él y cae, escurriéndose por el borde de la mesa. El pequeño, parece un reloj de bolsillo cerrado y las hormigas se mueven sobre él. Pende del árbol un tercer reloj, también blando. En el centro de la obra aparece una extraña figura que simula una cabeza blanda, cuyo cuello se diluye en la oscuridad. Llama la atención la enorme nariz, la especie de lengua que sale de ella y el ojo cerrado con largas pestañas. La figura parece dormir sobre la arena. El artista ha colocado sobre esta figura un cuarto reloj, igualmente blando y que también parece derretirse o escurrirse. Los elementos anteriormente descritos se ambientan en lo que parece una playa desierta, con el mar y una cala rodeada de acantilados al fondo. El cielo y el mar se confunden.

Uno de los relojes cuelga en equilibrio de la rama de un árbol. Más abajo, en el centro del cuadro, otro se acopla a modo de montura sobre una cara con largas pestañas inspirada en una roca del cabo de Creus. La cara aparece también en otros cuadros del autor como El gran masturbador y El enigma del deseo. El tercer reloj blando está, quizás, a punto de deslizarse por un muro. Sobre este reloj hay una mosca y sobre el reloj de bolsillo, situado sobre el muro, hay multitud de hormigas que no están ahí por casualidad (este tipo de reloj se lleva próximo a los genitales).