GOLCONDA

GOLCONDA  (1953)gonconda-1953(1)

En la obra “Golconda” (la caída) de Magritte es una lluvia o una elevación, según se mire de hombres con abrigo negro y bombín, similares a Magritte, en un entorno urbano también parecido al del pintor en Bruselas.

El propio Magritte define su obra diciendo “He aquí una multitud de hombres, todos diferentes. Pero como al pensar en multitud no se piensa en el individuo, los hombres están vestidos de la misma manera, con mayor sencillez posible, para sugerir la masa… Yo considero una maravilla andar sobre la tierra a través del cielo. Por otro lado el sombrero hongo no representa ninguna sorpresa. Es un sombrero poco original. El hombre con sombrero de hongo es el hombre común y corriente. Yo lo uso también, no tengo el menor deseo de destacarme.”

Golconda se refiere a una ciudad de la India, ahora abandonada, que en el siglo XIII fue conocida por sus minas de diamantes. El extraño título del cuadro no fue idea de su autor, sino del poeta surrealista Louis Scutenaire, que lo visitaba todos los domingos y bautizaba las obras animado por el artista.

EL ESPECTRO DEL SEX-APPEAL

EL ESPECTRO DEL SEX-APPEAL (1934)

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Esta obra también es conocida con el nombre de Espectro de la líbido. Presenta algunos de los versos del poema «L’ amour et la mémoire», En la parte inferior derecha vemos a un Dalí niño, vestido de marinero, llevando un aro y un fémur que hace de varilla, contemplando a un enorme monstruo, blando y duro a la vez, que para el artista simboliza la sexualidad, todo ello enmarcado en un hiperrealista cabo de Creus.

La figura de Dalí volverá a repetirse en otras obras como Paisaje con elementos enigmáticos, de 1934; Sur/Mediodía, de 1936; o, más tardíamente, en Torero alucinógeno, del año 1969. En todas se repite la misma imagen del niño vestido de marinero con un gran pene petrificado.

 La mujer putrefacta y el niño se centran en temas obsesivos para el pintor tales como el miedo a la represión sexual.

Cabe destacar la imponente presencia de las muletas, símbolo según Dalí, de muerte y resurrección.

HUEVOS AL PLATO SIN EL PLATO

HUEVOS AL PLATO SIN EL PLATO, 1932

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El huevo “blando”, un tema apreciado por Salvador Dalí, quien lo asigna a las imágenes prenatales y al universo intrauterino.

Dalí afirmaba que podía recordar el tiempo que estuvo en el útero de su madre, y así lo relaciono con el huevo, duro por fuera y blando por dentro. Fue un símbolo recurrente en toda su obra pues lo utilizó para referirse al nido, a su hogar.

El es el que cuelga de un hilo, cerca de otros objetos alusivos a su padre y quizás a su hermana y a su hermano.

En ésta composición, se impone de forma rotunda una estructura en ángulo recto, que puede recordar bien a escalones bien a un edificio de perfil moderno.

En la pared cuelga un objeto -similar a un paraguas rojo- y un reloj de cadena cuya silueta empieza a derretirse. Como ya hemos visto anteriormente, esta peculiar iconografía del reloj blando acabada de instaurarse con una obra como, La persistencia de la memoria (1931). 

En la parte superior de esa estructura, hay una especie de ventana en la cual, se puede apreciar cómo dos figuras, un adulto y un niño, están asomadas.

RETRATO DE PAUL EULARD (1929)

RETRATO DE PAUL EULARD  (1929)

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Dalí comenzó a realizar esta obra en el verano de 1929, cuando sus relaciones con Lorca estaban a punto de terminar. Es la expresión del amor de Paul Éluard por su esposa Gala. Iconográficamente, presenta todos los elementos de “El gran masturbador” la langosta, el pez como símbolo sexual, las manos cortadas, los cambios de materia, el león rugiente como símbolo de la pasión, la jarra cortada, etc… También existen las referencias al amor contrariado, a la frustración sexual y alusiones a la muerte.

Cuando Dalí comienza este retrato, Gala todavía es esposa de Eulard. Cuando lo termina ya no lo es.

 

La pieza permaneció más de medio siglo en poder de Dalí, hasta que le fue entregada en 1982 a la hija de Gala. Cécile Boaretto reclamó a la muerte de su madre sus derechos como heredera. En el legado materno estaba el retrato de su padre pintado por Dalí en el verano de 1929, cuando Paul Éluard, Gala y la pequeña Cécile, de 8 años, pasaban el verano en Cadaqués invitados por Dalí.

Cécile lo vendió en 1982 a un particular americano, y en febrero de 2011 ha sido subastado en Christie´s por 15.9 millones de euros. Es la pieza vendida más cara de Dalí.

SUEÑO CAUSADO POR EL VUELO DE UNA ABEJA ALREDEDOR DE UNA GRANADA, UN SEGUNDO ANTES DEL DESPERTAR (1944)

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SUEÑO CAUSADO POR EL VUELO DE UNA ABEJA ALREDEDOR DE UNA GRANADA, UN SEGUNDO ANTES DEL DESPERTAR (1944)

Este cuadro lo pintó Dalí como consecuencia de un sueño que tuvo Gala sobre una abeja que volaba en torno a una granada. En este paisaje de costa de Port Lligat,  vemos como conviven la figura desnuda de Gala, una escopeta con bayoneta, dos granadas, un cabracho, dos tigres, una abeja y al fondo un elefante con patas de insecto. Todos estos elementos, forman parte del sueño de una Gala relajada, dormida y ajena por completo a lo que sucede a su alrededor.

En el cuadro aparece una  granada, que pierde sus granos en el mar, simboliza el amor, la resurrección la vida eterna y que son como las que plantaba Gala en su casa de la costa catalana. El pez que aparece en el cuadro es un cabracho, una especie mediterránea, que suele alimentarse por la noche, suele permanecer inmóvil y luego atacar a sus presas de improviso lo que impide que puedan reaccionar y las engulle con su gran boca. Aquí la figura del pez parece estar liberando de su boca parte de un tigre.

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Dalí, siguiendo las teorías de Freud, quiso representar en el cuadro el hecho de que, a veces, se introducen en el sueño estímulos derivados de acontecimientos exteriores que son integrados en él. 

También se ha sugerido que podría interpretar la teoría de la evolución, eso si vista desde una perspectiva surrealista.

Acabo con lo que el propio Dalí dijo de esta obra:

“He ilustrado por primera vez el descubrimiento de Freud sobre el sueño típico con una larga trama argumental, consecuencia de un accidente instantáneo que provoca el despertar. Del mismo modo que la caída de un listón sobre el cuello de un durmiente provoca, simultáneamente, el despertar y un sueño que termina con la cuchilla de la guillotina, el zumbido de la abeja provoca aquí el pinchazo del dardo que despertará a Gala. Toda la biología creativa surge de la granada reventada. El elefante de Bernini, situado en el fondo lleva un obelisco con los atributos papales.”

La poesía de América – Los atletas cósmicos (1943) (copia 1998)

Otra de mis obras preferidas del genio Salvador Dalí y de la cual hice esta copia que expongo a continuación.

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La poesía de América Los atletas cósmicos (1943), es un ejemplo del efecto de la esclavitud. En la llanura ampurdanesa se distinguen las colinas de Cadaqués y el cabo de Creus.

El suelo en primer plano es una superficie de color arenoso y ecos surrealistas fantásticos. En el centro hay dos atletas bien proporcionados  protagonistas, un joven blanco vestido de azul y rojo, y otro negro desnudo por completo a excepción de la cabeza y los brazos. Un cajón asoma de la cadera de este último. De la espalda, surge un hombre que sostiene en equilibrio sobre el dedo índice el huevo, del mundo venidero.

En segundo plano, un adolescente desnudo y meditabundo, representa un contrapunto al combate.

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Su oponente, o compañero, que carece de brazos y manos, tiene por cabeza una especie de olla en la que arde una vela y de su pecho pende una Coca-Cola  “Es la primera vez que se representa en un cuadro» símbolo del poder económico  norteamericano, de la que mana una espesa sustancia negruzca.

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Se establece un paralelismo con la imagen superior  una torre hexagonal (la torre de la finca de los Pitxot) y sobre la puerta de la torre, un reloj, del que cuelga un mapa blando de África.

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La singular fantasía del arte daliniano queda en este caso reflejada en los cautivadores y elegantes colores empleados, en las formas redondeadas y amoldables, y en particular en los espacios vacíos que invitan a nuevas excursiones de la imaginación.

En esta obra Dalí quiere representar la supremacía del hombre negro sobre el blanco en el deporte, de esta manera rectifica lo que anteriormente dijo sobre la raza negra.